Nueva línea corporal de Isseimi, el descubrimiento del mes.

A estas alturas de mi vida como "Beauty freak", os aseguro que es difícil encontrar productos que me sorprendan, por eso, cuando encuentro alguno que realmente lo hace, intento compartirlo lo antes posible con vosotras por aquí, por el blog. Y esto es exactamente lo que me ha ocurrido con el último lanzamiento de Isséimi, su nueva línea corporal Korpo, de la cual he probado dos productos: su aceite corporal reafirmante y su Gel Corporal con efecto frío.

Por si no la conocéis, Isséimi es una marca cosmética española con una larga trayectoria de más de 30 años enfocada a los tratamientos estéticos de cabina, pero que también podemos usar de forma particular en nuestra casa.  Y hoy empezaré hablándoos de su aceite corporal reafirmante, ya que como os he comentado en muchas ocasiones anteriores, soy muy fan de este tipo de productos. Adoro los aceites corporales, me parecen una opción fantástica para las perezosas del cuidado corporal como yo. 

Lipolytic Oil es un aceite corporal con unos ingredientes muy interesantes: Aceite de Almendras, con alto contenido en ácidos grasos insaturados, Vitamina E (Tocopherol Acetate), que es un poderoso antioxidante, Extracto oleoso de Fucus, Hiedra, Guaraná, Naranja amargas y Romero, con acción lipolítica, antiedema y descongestiva, activador de la circulación. Fucus, que estimula la circulación y elimina las toxinas, Hiedra. Su contenido en flavonoides contribuye a estimular la circulación, Guaraná, que contribuye a regular el tejido adiposo, Naranjas amargas, que mejoran la circulación general y Romero, con alta actividad antioxidante y que mejora el aspecto de la piel.

Como podéis ver en las fotos, viene en un bote de plástico que contiene 250 ml. con formato "pump", por lo que es muy manejable y fácil de utilizar, permitiéndonos aplicar en cada ocasión la cantidad necesaria. Al hacerlo, obtenemos un aceite líquido ligero, que se extiende con facilidad y que es muy agradable sobre la piel. Me gusta mucho su textura nada pesada, y es que además tiene un olor dulce, como a "toffee", que resulta muy grato en la piel, ya que perdura en ella sin resultar para nada cargante.

Yo lo aplico a diario por la noche, siempre tras la ducha y con la piel aún húmeda, lo extiendo con un masaje de movimientos circulares, y la verdad es que aplicarlo es una gozada. Deja la piel elástica, hidratada y suave, y además, como antes os comentaba, aporta un perfume súper delicado y dulce que se queda en la piel durante horas. Ya os puedo asegurar que he encontrado aceite favorito para aplicar en mis rutinas corporales, me está encantando. 

Es en ese momento, con la piel ya seca e hidratada cuando aplico el segundo paso del ritual Isséimi que estoy llevando a cabo, su Gel Efecto Frío. Se trata de un gel reductor corporal de efecto frío que mejora la sensación de piernas cansadas y la cansadas y la mala circulación que se manifiesta sobre

todo en los tobillos debido a una excesiva retención de líquidos.

Entre sus ingredientes encontramos: Fosfatidilcolina: es una sustancia de origen vegetal y presente naturalmente en nuestro cuerpo. Presenta un interesante efecto modelante ya que actúa sobre las células grasas desestabilizándolas y rompiéndolas. Estimula la reactivación energética y la reducción de la piel de naranja. Extracto de fucus: esta alga marina es utilizada tradicionalmente por su contenido en mucilagos, como el alginato, y oligoelementos que aceleran los procesos metabólicos y actúan como depurativos, purificantes y El yodo contenido en sus hojas tiene la propiedad de movilizar el líquido retenido en las zonas localizadas del cuerpo, estimula la circulación y elimina las toxinas.

Extracto de hiedra: las hojas de esta planta son ricas en polifenoles como los ácidos clorogénico y cafeico que participan en la reducción de grasa corporal. Presenta una actividad estimulante de la circulación debido al contenido en saponinas y flavonoides. Extracto de brusco: debido a la acción sinérgica de sus componentes principales (saponinas y flavonoides), es considerado uno de los mayores venotónicos. Ayuda a mejorar los síntomas clásicos: sensación de quemazón y pesadez de piernas y calambres en pantorrillas.

Como veis, una fórmula muy completa, pero es que además es muy agradable de utilizar. Tiene una textura de gel, que se extiende y absorbe muy fácilmente, aportando una sensación de frío en la zona debido al mentol presente en  su fórmula.

Yo lo aplico por la noche en toda la zona de las rodillas hasta los glúteos y a continuación masajeo en movimientos ascendentes hasta su completa absorción. Permite vestirnos en seguida, y deja la piel con una sensación fresca y ligera perfecta para todos los meses del año, pero en especial para esta época de calor que se nos avecina.

Como os comentaba al principio de la entrada, un dúo perfecto para mi ritual corporal diario que ha sido sin ninguna duda mi descubrimiento del mes. ¿Y vosotras? ¿Cuál es vuestro ritual corporal? ¿Conocíais la marca Isséimi?