Brumas faciales: edición junio.

Hace un par de años varios de los productos que actualmente no faltan en mis rutinas de cuidado facial eran unos auténticos desconocidos para mí. Si me hubieran hablado entonces de introducir aceites faciales de noche o de tónicos en spray no hubiera supuesto que se convertirían en mis favoritos y que tendría varios de ellos alternándose día y noche dependiendo de lo que mi piel necesitara a diario. Pero es una realidad, y como so comentaba, los tónicos en spray o las brumas faciales han pasado a convertirse en mis básicos habituales, no concibo mis rutinas sin ellos, y hoy os hablo de los tres que alterno en la actualidad y en los diferentes usos que les doy y les podéis dar vosotras.

El primero del que quiero hablaros llegó a mí casi por casualidad. Vi que estaba de oferta en la web de Maquillalia y por unos 15€ los 90 ml decidí comprarlo. Se trata de la bruma facial "Plump and Glow Hydrating facial Mist" de Emma Hardie. Como sabéis es una marca inglesa bastante cara y esta bruma se vende por precios que rozan los 40/50€, así que por 15€ como os digo, no la podía dejar escapar.

Comenzaré diciendo que es la bruma facial más hidratante que he probado nunca. Contiene aloe vera y ácido hialurónico que ayudan a hidratar y calmar la piel, flor de terciopelo que suaviza la piel y menta acuática salvaje que ayuda a tonificar nuestra piel. Tiene un envase súper especial ya que es un spray en un tubo al vacío, y se va vaciando progresivamente y disminuyendo su tamaño según lo vamos usando, lo que hace de este producto un compañero de viaje ligero y súper manejable.

Pulveriza una bruma realmente fina y ligera que aporta inmediatamente una sensación de calma e hidratación en la piel muy agradable. La piel "se la bebe" y ésta queda preparada para añadir los tratamientos posteriores, en mi caso serum e hidratante, y he notado la piel mucho más calmada y suave desde que empecé a usarla.

Lo único que no me gusta de ella es su olor, me huele como a medicina, pero en ningún caso es un olor que perdure, así que no es un detalle de importancia para mí. En definitiva, una de las mejores brumas que he probado, perfecta para invierno, pieles secas o momentos en los que notemos la piel más deshidratada.

La segunda bruma que estoy usando en estos días pertenece a una marca clásica y a una línea de cuidado que la mayoría conoceréis, y que yo personalmente he usado en muchas ocasiones. Se trata de la bruma hidratante 8 Hours de Elisabeth Arden.

En su fórmula encontramos ingredientes antioxidantes y energizantes como los extractos de acai, de bayas de goyi, de granada o de café, además de ingredientes emolientes como el aloe vera o la glicerina y PCA de sodio.

Contiene 100ml en un bote de plástico que pulveriza una bruma muy fina y ligera. Tiene un olor muy característico de los productos de Elisabeth Arden, a bergamota, floral y ligero muy agradable que se desvanece en seguida y no resulta molesto ni intenso.

Me gusta mucho aplicarlo en estos días calurosos en los que la piel necesita refrescarse, ya que deja la piel suave, vigorizada y con un chute de energía muy agradable. Yo la mantengo en el frigorífico y así intensifico la sensación de frescor al aplicarla. Va a ser uno de mis favoritos del verano seguro.

Lo utilizo en mi rutina de limpieza diaria y también cuando noto la piel cansada, apagada y necesito una recarga de hidratación o de energía, pulverizándola sobre el maquillaje. Luminosidad y frescor inmediatos.

La tercera bruma que tengo en rotación en mi baño y también en mi bolso, ya que su tamaño (30ml) hace que sea muy fácil de transportar, es la Bruma Facial "Mist Delight" de Rudolph Care. Conocí la marca Rudolph durante mis pasadas vacaciones de semana santa en Dinamarca, ya que esta marca ha sido creada allí por Andrea Rudolph, de ahí su nombre, y en su filosofía tratan de utilizar ingredientes orgánicos y de comercio justo.

Compré esta minitalla en el aeropuerto junto con varias minitallas más de distintas marcas danesas que adoro, y tengo claro que cuando la termine me haré con el tamaño grande. Contiene miel y caléndula que suavizan y calman la piel, jengibre que es un antiinflamatorio natural y protege de los radicales libres, ácidos grasos esenciales, minerales, vitaminas y aloe vera.

De las tres brumas que utilizo es la que tiene un pulverizador menos fino. No es que la bruma salga a chorro, pero es verdad que los dos anteriores pulverizan mejor. Sin embargo, aún así merece la pena, lo aplico con un poco más de distancia y arreglado.

Huele dulce, a mí me recuerda a coco y vainilla, deja la piel muy suave, calmada y revitalizada y lo recomendaría para todo tipo de piel, y más en verano que lo que necesitamos es refrescar y rehidratar de vez en cuando. Como os digo, perfecta para el bolso y para reanimar nuestra piel después de varias horas a este sol, con este calor y fuera de casa.

¿Vosotras os habéis vuelto también adictas a este formato cosmético? ¿Soléis usar brumas en vuestras rutinas diarias? ¿Cuáles son vuestras favoritas?