Antipodes moisture boost minis.

Si soléis pasaros por este blog de vez en cuando, ya sabréis de mi amor por Antipodes, la marca Neozelandesa de cosmética natural que desde hace unos meses se ha convertido en una de mis favoritas, y ya os enseñé varias de los productos que he probado y me han encantado AQUÍ y AQUÍ.

Pues bien, hoy sigo con ella, y quiero hablaros de un set que puede ser perfecto para que os iniciéis con la marca, ya que contiene dos minitallas con dos de sus productos más hidratantes, el Aceite Facial Divino de 10ml y la Crema de día hidratante de vainilla de 15ml.

El set está dirigido a las pieles que necesiten un extra de hidratación, un chute de nutrición, es perfecto para pieles deshidratadas, o para las pieles que en un momento determinado (como el invierno en mi caso) tengan necesidad de rehidratar, evitar parches de sequedad o encontrar hidratación y nutrición extra.

Lo que primero llamó mi atención de este set fue el aceite facial, ya sabéis que desde hace unos meses me he vuelto una incondicional de los aceites faciales y corporales, así que este concentrado de aceites que contiene en su mayor parte aceite de aguacate, del que dicen que estimula la producción de colágeno de tipo 1, fue lo primero que usé del set. Además del aceite de aguacate contiene aceite de jojoba, de rosa mosqueta y de macadamia, lo que confiere al producto un olor herbal que para mí es suave e incluso relajante, pero que debéis tener en cuenta si este tipo de olores os resultan desagradables.

En definitiva es un aceite rico, dorado, denso y muy concentrado, del que sólo vais a necesitar unas 3 ó 4 gotas para cara y cuello, porque como os digo es denso, pero se absorbe rápidamente y deja la piel hidratada, suave y sin ninguna sensación grasienta desagradable.

Unas semanas después de comenzar con el aceite, empecé a usar la crema de vainilla. No soy muy fan de los productos con este olor, pero el olor de esta crema es un olor natural, nada que ver con los perfumes dulzones o las velas recargadas que nos vienen a la cabeza cuando pensamos en vainilla, al contrario, es un olor natural muy apetecible.

Mis primeros contactos con esta crema fueron más bien malos. Es una crema de día muy rica, y con rica me refiero a densa y a untuosa, y yo no estoy acostumbrada a este tipo de texturas, suelo preferir cremas más ligeras, así que cuando la utilicé por primera vez y noté que tardaba en absorberse, me produjo bastante rechazo.

 Pero decidí darle otra oportunidad, aplicándola sin prisa, dejando que se absorbiera bien y esperando a que se asentara y entonces sí que me gustó. Una vez absorbida no deja nada de residuo graso, al contrario, deja la piel muy hidratada y suave. Pero hay que tener tiempo, no os la recomiendo si soléis aplicaros los productos faciales en 2 minutos y el maquillaje inmediatamente, al menos si como a mí os cuestan las cremas untuosas.

Sin embargo, yo he aprendido a usarla como os digo sin prisas y es una maravilla. Contiene miel de manuka, que es conocida por sus propiedades antibacterianas, además de manteca de karité, perfecta para mantener la piel hidratada durante el día. Me gusta muchísimo su envase metálico, su olor y cómo hidrata mi piel, así que aunque al principio fui reticente con esta crema, ahora puedo deciros que forma parte de mi rutina matinal y ha venido para quedarse.

Desde la marca recomiendan aplicar ambos a la vez, pero eso para mi piel mixta puede ser excesivo, yo aplico la crema para el día después de un sérum, y el aceite en la noche, generalmente no aplico nada más, porque con él solo suele ser suficiente para notar la piel hidratada.

Aparte de este kit de hidratación, la marca sacó un set antiedad que será lo próximo que pruebe, seguro. Si os interesa este kit lo podéis encontrar entre otros sitios en la web española TheSkinLab por 18€ y sin gastos de envío. ¿Habéis probado ya Antipodes?